Los números mórficos son únicamente dos, el número de oro y el número plástico.Este último viene a ser la razón ideal para una escala geométrica para objetos espaciales, o una especie de número de oro espacial.
Sin ánimo de entrar en los sesudos estudios matemáticos en torno al tema, podemos decir que el número plástico es la intersección entre la función de y = x3 y la recta y = x+1, dicha intersección es un único punto
1,32471795...... Este número pertenece a la familia de los números plásticos soluciones reales positivas de la ecuación xn – x – 1 = 0, si n = 2 obtenemos Φ el número de oro, si n = 3 la solución es el número plástico.
El rectángulo áureo es el único en el cual la prolongación de una diagonal contiene el vértice del mismo rectángulo adyacente colocado verticalmente al lado. Esta misma propiedad se produce tridimensionalmente entre dos sólidos que cumplan el siguiente teorema :
Un paralelepípedo de lados a,b y c \ a ≥ b ≥ c satisface la propiedad de la figura inferior si y solo si
a= P c ; b = P c ; con c arbitrarios y P es el número plástico P= 1,3247... solución real de la ecuación x3 = x + 1 .
(teneis que perdonar pero el dichoso blog no me permite los superíndices para las potencias y no que dan bien las espresiones.)
a= P c ; b = P c ; con c arbitrarios y P es el número plástico P= 1,3247... solución real de la ecuación x3 = x + 1 .
(teneis que perdonar pero el dichoso blog no me permite los superíndices para las potencias y no que dan bien las espresiones.)
Dom Hans van der Laan, nacido el 29 de diciembre de 1904, estudió arquitectura en Delft, bajo la tutela del profesor Granpé-Molière.En 1927 se hizo monje de la abadía de Oosterhout.Van Der Laan estaba seguro de que la primera medida vendría impuesta por la mente, por la idea que cada uno tenía acerca de lo que deseara hacer después. Y así, a partir de esta primera idea de medida, el arquitecto empezó a plantearse la posibilidad de que este número inicial, primitivo no en sentido estricto, debiera ser un número especial, es decir, un número capacitado para suscitar belleza, orden, armonía. Capaz de reflejar exactamente lo que buscamos en cada momento. Un “número propiamente arquitectónico”. El número plástico.Este es presentado por el arquitecto como la proporción ideal de la escala geométrica sobre la que deberían estar fundamentados todos los objetos espaciales. Así, conviene tener en cuenta el hecho de que para Hans van der Laan, el origen de todo es el número, es decir, todo, absolutamente todo, responde a leyes establecidas por una inteligencia (que, según él, será la de Dios en el caso de los seres naturales y la del hombre en el caso de los seres artificiales).Desde un primer momento, afirma que sólo dándole prioridad al “número arquitectónico” y reflexionando sobre él, se podrá resolver de forma correcta el problema de la forma en la arquitectura contemporánea.Para ello, considera necesario descubrir el modo que nos permita construir un orden artificial lógico que sea semejante al natural, compatible con él, más aún, que lo refuerce.Cabe mencionar también la importancia de que Van der Laan fuese monje, lo que le llevó a proyectar diversas iglesias, especialmente la del monasterio de Vaals, donde desarrolló gran parte de su vida. En esta iglesia, que se encuentra en la abadía de Sint Benedictusberg empleó, en toda su construcción, el número plástico como guía para crear el espacio que buscaba.
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